En: Opinión
La zona de confort es una compleja configuración de la vida a donde todos queremos llegar pero una vez lo logramos la tenemos que abandonar porque por alguna razón tratan de convencernos de que “la vida comienza cuando salimos de la zona de confort”.
Más que contradictorio, es ridículo.
Muchas personas dejan su zona de confort para conocer el mundo y con el tiempo ya no se “amañan” en ningún lado.
Por lo siguiente: El confort no es una zona, es un estado cuyo nivel lo determina única y exclusivamente usted. Yo sé que su familia y amigos tienen una gran sabiduría para aconsejarlo en su relación de pareja, con sus inversiones o con su idea de proyecto, pero ellos nunca podrán decir con exactitud qué es lo más confortable o lo más cómodo para usted porque están interpretando su vida desde el punto de vista de ellos, y usted saca sus propias conclusiones bajo la influencia de esa interpretación.
Obviamente no soy psicólogo ni especialista en ninguno de estos temas pero sí puedo decir que a veces a uno le dan ganas de hacer cosas y otras veces simplemente contemplarlas; es como si la felicidad tuviera un estado pasivo para reflexionar o “rumiar” información, y otro activo donde uno se pone a hacer vainas.
Pensaría que el estado de confort es aquella combinación personal e intransferible de su vida donde puede usted alternar entre la felicidad pasiva y la activa, que los demás aprendan a respetar o que por lo menos no lo jodan.
Y que gracias @flakitalop por echarle tinto y Pielroja al asunto 😉