En: Opinión
Yuccie es una sigla en inglés que se usa para definir el «Joven Creativo Urbano» (Young Urban Creative) y como toda tendencia que apunte a la libertad, la colaboración y la innovación de aquí en adelante, promete dar bastante tela de dónde cortar.
Ilustración: Mashable
En esencia, el Yuccie es una persona que busca ante todo que compren sus ideas innovadoras, más que sus servicios profesionales. Un Yuccie «auténtico» es el profesional que, cansado de trabajar en el medio corporativo y no encontrar las oportunidades para desarrollar su visión única de los negocios decide volver a la dinámica tradicional de crear productos únicos, ojalá hechos a mano, y venderlos en su propia tienda rodante. Son personas que buscan «vivir de lo que aman hacer» así no se vuelvan millonarios, por consiguiente se convierte en un reto para las agencias de recursos humanos y «Headhunters» encontrar un Yuccie que cambie el romance de una fábrica de cerveza artesanal por un cubículo de oficina.
El Yuccie es algo así como un Hipster pero productivo.
Es probable que detrás de ideas interesantes como la comida orgánica artesanal para gatos, un Tinder para perros o una tienda online de medias con diseño personalizado y original, haya un pequeño y talentoso equipo de Yuccies buscando hacer un mundo mejor, más que para ellos a través de ellos. Y tiene bastante sentido, ya que con tanta saturación de productos y servicios en serie es importante -y quizás necesario- que se conserve de alguna manera la importancia de lo artesanal.
A este escenario podemos agregar el hecho de que la economía colaborativa e Internet llevan cambiando la forma en que las personas acceden a esos productos y servicios de manera directa, sin intermediarios. Plataformas de Crowdfunding como Kickstarter y la propuesta innovadora de Patreon han ejercido un rol como incubadoras de proyectos independientes, al igual que otros modelos de economía colaborativa como AirBnB o Uber que nos permiten crear redes de oportunidades con las cuales monetizar nuestras ideas.
Que en gran parte es cierto, ya que ingresos (todavía) no genera. Y bueno, somos profesionales independientes que no prestan servicios profesionales y desarrollamos proyectos innovadores siguiendo nuestra vocación, lo cual nos ubica en el podio de los Yuccies; que no supiéramos que ese estilo de vida está categorizado es otro asunto, lo que si sé es que no nos ganamos el primer puesto por vivir y trabajar fuera de la ciudad.
Cuando una filosofía se convierte en estilo de vida y luego en moda. Foto: Mercadolibre.com.co
Porque es la forma más fácil de explicarle a otra persona su experiencia al conocer personas que no viven o no hacen las cosas de manera convencional, y es cuestión de unos pocos años para que se generen contenidos, aplicaciones y productos para el mercado Yuccie. A nosotros nos seguirán diciendo «Hippies» por el hecho de trabajar y vivir fuera de la ciudad, pero como le dije a un amigo que me preguntó hace poco si yo hacía Reiki o tenía alguna forma de agradecerle al universo: