En: Opinión
Como pueden notar no hemos tenido mucha actividad en Aldeanos Digitales en los últimos meses, lo cual es bueno desde nuestro punto de vista porque significa que irónicamente los asuntos no digitales demandan la mayoría de nuestro tiempo.
Y es cierto; si bien el 2020 ha sido un año rarísimo para todos es importante destacar que ha sido un año que inspira al cambio, y en términos de la temática y artículos que hoy en día quisiéramos publicar definitivamente queremos cambiar.
Desde hace años llevamos desarrollando un negocio de hospedaje rural a través de airbnb y digamos que ya se mueve por su cuenta, pero nos gusta mucho construir tiny houses por pasión (no por negocio) y la idea no es convertir la finca en un condominio. Entonces vamos a hacer lo siguiente: Vamos a construir una Tiny House exclusivamente para las personas que escriban en Aldeanos Digitales. Más adelante les contamos más detalles.
Un tema que nos da vueltas en la cabeza a cada rato es: Si depende de nosotros evitar un gran parte de los problemas mundiales que nos afectan actualmente, ¿Por qué no lo hacemos? Seguramente porque los métodos actuales son ineficientes. Vamos a escribir sobre estos pequeños actos individuales que a nivel colectivo pueden generar cambios colosales en el mundo.
En Aldeanos Digitales somos esencialmente conciliadores y además (los fundadores) somos pareja. Sea por el confinamiento, la vida rural y otras razones hemos llegado a la conclusión de que el equilibrio de género en los roles de la sociedad requiere que ambas partes puedan asumir las mismas responsabilidades y sean complementarios para crecer como pareja y como individuos, pero para lograrlo debemos básicamente re-programarnos en aspectos muy profundos. Queremos escribir sobre eso.
Ya qué carajos, llevamos como 3 años con el mismo diseño así que lo vamos a cambiar y de pronto publicamos un libro con el resumen de toda la carreta que hemos escrito de aquí para atrás.
Así a grandes rasgos es lo que tenemos en mente para el año que viene pero no le vamos a poner fechas ni crear expectativas porque a duras penas logramos atender las tareas de la próxima hora. Pero rico sentir que hay inquietudes y ganas de hacer las cosas.
Nos faltan manos. Ahí verán.