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A 3.120 m.s.n.m muy cerca de las Lagunas de Siecha en Guasca encontramos un paraíso desconocido para muchos, un lugar en donde el águila sobrevuela dejándonos atónitos con su majestuosidad. Parados en el gran cañón ante nosotros se dispone con vastedad el bosque, el viento golpea fuerte nuestro cuerpo, demostrando su impetuosidad, regalándonos una sensación de plenitud y adrenalina.
Junto al «Cañón del Diablo» como lo llaman en Guasca, se pueden ver las más de tres fanegadas de bosque nativo que hacen parte de La Reserva Natural de la Sociedad Civil El Chochal de Siecha. Un gran aviso nos da la bienvenida y nos invita a caminar por sus senderos y disfrutar de su encanto.
La casa de la Reserva Civil El Chochal de Siecha está llena de historias. Fotografía por Tatiana Medina Botero
Entre alisos, encenillos, mortiños, siete cueros, roble, orquídeas, bromelias, borrachero nace el Chochal de Siecha. Luis Bernardo Alzate, propietario de la reserva, ha logrado cohabitar con este santuario de fauna y flora que a la vez está rodeado de historias que él mismo se ha encargado de coleccionar en la casa de piedra y adobe que restauró y en la que habitan artefactos artesanales que van desde móviles hechos en tiestos de Ráquira hasta elementos típicos de Suramérica y Centroamérica.
La Reserva Natural de la Sociedad Civil el Chochal de Siecha tiene un espacio especial para sus visitantes. Fotografía por Tatiana Medina Botero
En Colombia la palabra Chochal tiene varios significados y seguramente se ha «estrellado» con alguno; en Cundinamarca por ejemplo la palabra hace referencia a un prostíbulo, mientras que en Antioquia es una vereda situada en el municipio de Caicedo. Aunque el dueño de la reserva cuenta con un muy buen sentido del humor ninguna de las anteriores es la razón por la que la finca se llama así, él le atribuye el nombre a una planta que crece en el sector, el Chocho o Lupinus.
Desde hace más de 27 años el lugar ha tomado forma hasta convertirse hoy en día en la Reserva Natural de la Sociedad Civil El Chochal de Siecha, que además de tener una zona protegida de bosque nativo, tiene un espacio en el que caminan libremente y conviven gansos, patos, piscos, gallinas, gallos, llamas, ovejas, caballos y otros animales.
Ver alimentar los animales de la Reserva El Chochal de Siecha es todo un espectáculo. Fotografía por Tatiana Medina Botero
Además de estos animales, en la reserva se han identificado algunas especies nativas como Tapaculo de vientre pálido, Chamicero cundiboyacense, Pomponero de viente cobrizo, Inca de garganta azul, Reinita abanico, pájaros carpinteros, Cucarachero, águilas, Anuros, lagartijas, Borugos, Cusumbos, Faras, tigrillos, zorros, y varias especies de mariposas.
Resulta que en Colombia existe un tipo de organización articulada en la que un predio particular por decisión del propietario puede convertirse en reserva natural para proteger el ecosistema bajo ciertos parámetros de conservación y restauración.
Aunque no existe un mínimo o un máximo del tamaño del espacio para ser reserva si es necesario que represente un ecosistema natural que deba ser protegido.
El cantautor y poeta Rafael Urraza dice sobre El Chochal de Siecha «no es un sitio encantador, es un sitio encantado». Fotografía por Angie Lorena Franco
Por su parte el Chochal de Siecha, ubicada en zona de páramo en Guasca, tiene un montón de riquezas que deben conservarse. Los recursos hídricos que atraviesan la zona son uno de estos tesoros que lo hacen simplemente un lugar místico.
Quebrada que atraviesa el Chochal de Siecha. Fotografía por Tatiana Medina Botero
Y en uno de esos tantos rincones escondidos entre 10 fanegadas de bosque nativo, flores de muchos colores, lagos y artesanías hay un lugar que atraviesa la quebrada, un rincón que guarda un encanto especial.
Bernardo diseñó un puente que fue construido en piedra y que con los años tomó una apariencia como de estructura medieval gracias a que el musgo cubrió la piedra casi por completo, lo llamó El Puente del Beso.
El nombre nace del conocido Callejón del Beso en Guanajuato, México y al igual que en aquel lugar secreto, en el puente del beso del Chochal de Siecha sin excusa debe tomar entre sus brazos a su acompañante y besarlo, entre el sonar de la quebrada, las aves, el bosque.
Si usted es de los que disfruta realmente de la naturaleza, es un fotógrafo apasionado por el paisaje o encuentra encantador ver diferentes especies endémicas y nativas sin que hayan 50 personas alrededor espantando toda esa tranquilidad que busca, La Reserva Natural de la Sociedad Civil el Chochal de Siecha es el lugar.
Esta casa de adobe y piedra restaurada por Bernardo es uno de los atractivos de la Reserva. Fotografía por Tatiana Medina Botero
Como estamos trabajando de la mano con los dueños de la reserva diseñando y creando experiencias para sus visitantes, hemos creado un completo perfil en AirBnB que estaremos actualizando con más detalles. Próximamente publicaremos el sitio Web oficial de la reserva donde realizaremos con talleres y otras actividades.